En el Día Mundial de los Docentes, nuestros alumnos dicen: «Gracias»

Los estudiantes recuerdan a aquellos profesores que les marcado de manera significativa y destacan de ellos que les han dado «herramientas para la vida».

¿Y si recordamos a aquellos profesores que han supuesto para nosotros un antes y un después? Esta fue la premisa que se dio al alumnado de 3º ESO y de 1º de Bachillerato en la asignatura de filosofía con motivo del Día Mundial de los Docentes, que se ha celebrado el 5 de octubre. Como inspiración, leyeron las palabras que Albert Camus dedicó a su profesor de primaria tras recibir el Premio Nobel de Literatura: «(…) Cuando supe la noticia, pensé primero en mi madre y después en usted. Sin usted, la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, nada de esto hubiese sucedido. No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero ofrece por lo menos la oportunidad de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí, y le puedo asegurar que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso continúan siempre vivos en uno de sus pequeños discípulos, que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido».

Después de escribir la carta, los propios estudiantes se la han entregado en mano y por sorpresa a los profesores a los que se refirieron en las misivas. Emoción, lágrimas y muchos abrazos ha sido la respuesta. «Y entonces es cuando encuentras sentido a lo que haces, sabes que merece la pena cada día y que las alegrías de haber contribuido a formar grandes personas valen mucho», explica una profesora.

Entre los textos que hemos recibido, incluimos algunos extractos que hablan de superhéroes, de preocupación verdadera, de motivación y de estar cuando los alumnos y alumnas más lo necesitan:

  • «No sé si te acuerdas, pero cuando estaba en primaria no tenía muchos amigos y no me gustaba hablar con nadie y siempre que me veías sola en los patios me dabas conversación, me ayudabas con los deberes, me sonreías y me preguntabas que qué tal estaba«.
  • «Te quiero agradecer por guiarme por un buen camino. (…) Tú fuiste la que me dijo que agarrara filosofía, me dijiste que aprendería mucho y te voy a contar algo que aprendí. Un señor con dos apellidos, los cuales no recuerdo, dijo que la vida es estar desorientado y vivirla es encontrar nuestro camino y que eso es la filosofía para él, pero yo diría que no, yo creo que él no tuvo la suerte que yo tuve porque mi brújula has sido tú desde el momento en el que pisé el colegio y no tengo palabras para agradecerte».
  • «A mí nunca se me dieron bien las matemáticas (…) Yo lloraba y lo pasaba mal, pero tú nunca te rendiste conmigo. Recuerdo que en uno de los exámenes suspensos me escribiste `un día malo lo tiene cualquiera´. Yo sabía que ese no era mi caso, pero ese comentario fue como una mantita caliente en un día de mucho frío. (…) Tú me ayudaste a tener ganas de superarme y me hiciste creer que yo era capaz de mucho más de lo que yo pensaba».
  • «No te imaginas cuánto echo de menos tus clases, lo que daría por una clase de las tuyas. (…)».
  • «(…) Todo cambió cuando nos empezaste a dar clase y resultó que te gustaban las mismas cosas que a mí y me hiciste comprender que no era un “friki”. Me aceptaste como soy y yo te veía como un ídolo. (…) Cada vez que veo una película de superhéroes me acuerdo de ti».
  • «Te cogí mucho cariño por la felicidad y la paz que me transmitías. Gracias a ti, me motivaste a estudiar más y así poder lograr en la vida lo que quisiera».
  • «Apostabas por la mayoría y nos dabas segundas oportunidades«.
  • «Gracias por escuchar nuestros problemas y contarnos tus anécdotas».
  • «Ha conseguido que sea la primera persona a la que acudo cuando no estoy bien«.
  • «La ayuda y confianza que me has dado durante estos años me ha motivado para seguir adelante con mis estudios».
  • «Siempre estabas pendiente de nosotros como si fuéramos tus propios hijos».
  • «Han pasado varios años desde que dejaste de darme clase y, sin embargo, te sigo teniendo presente en mi vida«.
  • «Recuerdo tenerte como una figura de seguridad y comprensión«.
  • «Nos diste las herramientas para conocernos mejor a nosotros mismos».

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