Cómo abordar el «síndrome de la cara vacía»

  • La mascarilla se ha convertido en una especie de aliado para algunas personas, ayudándoles a ocultar complejos o inseguridades, tal y como nos explica Marta Morales, responsable del programa de Pensamiento Emocional del Colegio Zola Las Rozas en este artículo.

  • Por eso, es importante afrontar el fin del uso de la mascarilla obligatoria como un proceso de cambio al que debemos prestar atención poniendo el foco en las oportunidades que nos ofrece esta nueva etapa.

Colegio Zola Las RozasLlegó el esperado… «¡Fin del uso de las mascarillas!» O quizá no tan esperado por todos… Lo primero sobre lo que debemos reflexionar es que, a nivel social y personal, estamos en una fase de transición y, por lo tanto, de adaptación y, como tal, esto conlleva algunas inseguridades.

Durante estos años, la mascarilla se ha convertido en una especie de aliado para algunas personas y también para niños y jóvenes, ayudándoles a ocultar complejos o inseguridades. Por lo tanto, puede aparecer el ya conocido “síndrome de la cara vacía”, que es la sensación de inseguridad que se genera en la persona al dejar al descubierto su cara, bien por miedo al contagio o miedo a mostrarse a los demás, tanto físicamente como emocionalmente, ya que llevamos mucho tiempo “no exponiendo” nuestras reacciones o emociones.

Esta sensación se puede ver agravada en la etapa de la adolescencia y pre-adolescencia, donde los cambios físicos son más evidentes y la sensación de inseguridad es más habitual ya que es una etapa en la que existe una mayor necesidad de aceptación de los demás y necesidad de pertenencia a un grupo: aparece el miedo a ser rechazados o no ser aceptados por sus iguales.

Para acompañaros en esta etapa de adaptación, tanto nivel personal como para acompañar a vuestros hijos e hijas, queremos haceros algunas recomendaciones.

  • Lo primero es tratar de identificar de dónde parte la inseguridad al quitarse la mascarilla: si es miedo al contagio, a mostrarse físicamente o emocionalmente, o identificar las situaciones que nos generan más inseguridad o miedo. Para ello podemos generar un listado de lugares en los que nos sentimos más inseguros/as; aspectos físicos que nos preocupan; emociones que nos resulta más difíciles de expresar sin mascarilla; personas con las que nos sentimos más inseguros/as.
  • Quitarse la mascarilla de manera progresiva, tanto en tiempo como en los lugares. Empezar poco a poco y en sitios donde nos sintamos más seguros/as.
  • Comenzar a quitar la mascarilla en pequeños grupos en los que nos sintamos cómodos/as. Hacerlo con personas de nuestro entorno que nos hagan sentir acompañados, escuchados y seguros.
  • Ante la inseguridad por el aspecto físico podemos acompañar a la persona (o a nosotros mismos) a reflexionar y valorar lo que nos agrada, prestando atención a aquello que sí nos gusta, apartando el foco de aquello que nos genera inseguridad. Podemos convertirlo en mensajes positivos como “Me gusta mi pelo”, “se me ven los pendientes”, “resalta más mi color de piel”.
  • Normalizar las emociones y validarlas. Todas las emociones son válidas y necesarias, y nos aportan información muy valiosa, tanto a nivel social como personal. Por lo tanto, normalicemos expresar emociones como el enfado o la tristeza.
  • Centrarnos en los beneficios que tiene la retirada de la mascarilla. Nos da la posibilidad de respirar mejor, de volver a interpretar los gestos en la cara de las personas que nos rodean, mejorando la comunicación. Se recupera la sonrisa, que influye positivamente en el sentimiento de bienestar; se ve mejor; tendremos menos calor en verano….
  • Respeto. No debemos poner el foco en aquellos que siguen llevando la mascarilla, pero tampoco pensar que aquellos que no la llevan no son responsables. Evitemos frases como “qué miedoso”, “eres/soy hipocondríaco”, “ya era hora de quitarla porque era ridículo llevarla”.

En definitiva, afrontemos el fin del uso de la mascarilla obligatoria como un proceso de cambio al que debemos prestar atención para aquellas personas que salir de su zona de confort le generen miedos e inseguridades, y pongamos el foco en las oportunidades que nos ofrece esta nueva etapa.

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