El inicio de curso escolar es siempre un momento cargado de emociones, tanto para los alumnos como para las familias y profesores. La profesora Susana Alfageme, del Colegio Zola Las Rozas, explica que este proceso de adaptación es clave en todas las etapas educativas, ya que supone un tiempo de reajuste en el que los niños y niñas deben encontrar su lugar en el aula, recuperar rutinas conocidas, adquirir otras nuevas y, sobre todo, crear vínculos afectivos y sociales que les permitan sentirse seguros en su entorno.
¿Qué significa adaptarse al inicio del curso?
Adaptarse no es simplemente volver a las clases tras las vacaciones, sino un proceso gradual en el que los alumnos retoman la dinámica del día a día, desde horarios hasta nuevas normas, y al mismo tiempo se enfrentan a retos emocionales y sociales. La ilusión por aprender convive con la incertidumbre y los nervios, ya que no siempre saben cómo responder ante las novedades. Es por ello que los primeros días de curso están especialmente orientados a generar un clima de confianza, cercanía y acompañamiento.
La importancia de lo emocional y lo social
Según Susana, transmitir seguridad y afecto es la base de una buena adaptación. El vínculo con los docentes permite a los estudiantes desarrollar confianza y sentirse acogidos, mientras que el acompañamiento de los compañeros es esencial para fomentar la integración, especialmente en el caso de los alumnos nuevos. Para estos últimos, el Colegio establece estrategias de apoyo, como asignarles un compañero guía que les acompaña en el comedor, los patios o los pasillos, favoreciendo así un clima de protección y pertenencia, asegura Susana.
En este proceso, las palabras clave son: seguridad, afecto, confianza, cercanía y refuerzo positivo. Estas actitudes ayudan a que los estudiantes vivan el inicio de curso no como una fuente de ansiedad, sino como una oportunidad para crecer y relacionarse.
El papel esencial de las familias
La adaptación escolar no depende únicamente del Colegio: las familias también cumplen una función importante. Cuando los niños perciben un vínculo sólido entre su hogar y el centro educativo, su sensación de seguridad aumenta. La comunicación fluida entre familias y profesorado permite detectar necesidades y atenderlas con mayor eficacia. Además, la actitud positiva de los padres y madres frente a pequeños imprevistos transmite calma a los alumnos, reforzando la confianza en el Colegio.
Estrategias del colegio para favorecer la integración
En el Colegio Zola Las Rozas, la adaptación se trabaja con diferentes recursos:
- Acompañamiento emocional en las primeras semanas, prestando atención especial a quienes muestran más dificultades.
- Coordinación entre docentes para asegurar un seguimiento cercano.
- Dinámicas de inicio de curso, como juegos, presentaciones y actividades de cohesión.
Un ejemplo especialmente significativo se da en 1º de Primaria con el “Señor Primaria”, una marioneta que se convierte en un amigo de referencia para los niños. Este personaje es un auténtico puente emocional entre los alumnos y la nueva etapa educativa. Al presentarse como alguien “que lo sabe todo sobre Primaria”, el muñeco resuelve dudas, transmite mensajes importantes y ofrece compañía en un momento lleno de cambios. Su carácter cercano y divertido hace que los niños lo perciban como un amigo al que pueden abrazar, preguntar y confiar sus inquietudes.
Además, Susana asegura que el Señor Primaria no aparece únicamente al inicio de curso: a lo largo del año visita las aulas, participa en actividades, se disfraza en celebraciones y sorprende con anécdotas que generan expectación. Esto refuerza la motivación, fomenta la cohesión grupal y permite que los contenidos o normas lleguen de una forma más atractiva. Los alumnos proyectan en la marioneta sus emociones y, gracias a ello, encuentran una vía segura para expresar lo que sienten. En definitiva, esta figura se convierte en un recurso pedagógico y emocional de gran valor, que reduce la ansiedad, incrementa la motivación y fortalece la confianza en la etapa que acaban de comenzar.
La adaptación escolar es un camino que requiere tiempo, paciencia y colaboración entre escuela y familia. Tal como señala la profesora Susana, lo esencial es ofrecer seguridad, afecto y confianza, creando así un ambiente donde los alumnos puedan crecer, aprender y disfrutar de cada etapa educativa.