Actividades de Pensamiento Emocional. Realizadas en el Primer Trimestre en Educación Primaria
Artículo realizado por la profesora Raquel Caballo
Al principio de curso se hicieron varias dinámicas y juegos en grupo con el objetivo de conocernos mejor unos a otros, respetarnos y ayudar a los niños a respetar a sus compañeros y practicar la empatía de manera lúdica y dentro de nuestro programa de Pensamiento Emocional. Para poder realizar estas actividades correctamente los niños tenían que actuar teniendo en cuenta a sus compañeros. De esta modo, además de conocerse mejor unos a otros aprendieron a ponerse en el lugar de los demás, desarrollando su empatía. Los juegos que se llevaron a cabo en el aula fueron:
Con tus zapatos
Para realizar este juego nos sentamos todos en círculo y cada niño se puso los zapatos del compañero que tenía sentado al lado suyo. Fue muy divertido porque se dieron cuenta de lo diferentes y parecidos que eran sus zapatos! Después, los niños tuvieron que contestar a preguntas sencillas, como por ejemplo, ¿tienes alguna mascota en casa?, ¿tienes hermanos o hermanas?, cuál es tu comida favorita? Pero para responder a estas preguntas tenían que hacerlo según las preferencias del compañero que le prestó los zapatos. Fue todo un reto porque al principio contestaban según sus propios gustos o decían que no sabían lo que pensaba su compañero. Poco a poco fueron entrando en la dinámica y vimos lo importante que era conocer a los demás y escucharles.
De este modo tan divertido representamos la expresión “ponerse en los zapatos del otro” y vivimos su significado de una manera lúdica y significativa para ellos.
Nuestra tela de araña
Esta actividad nos dio la oportunidad de conocernos más a nosotros mismos, a nuestros compañeros y crear un sentimiento de unión y pertenencia al grupo.
Cada niño tenía que presentarse y pensar en alguna característica que le definiese. La condición del juego era que solo podían hablar cuando les llegase un hilo de lana. Cuando les tocaba el hilo de lana, se presentaban y cogían un trozo del hilo pasando el resto del ovillo a otro compañero y así sucesivamente. De esta manera, se fue formando una tela de araña que simbolizaba la unión entre ellos. Fue muy divertido ver cómo ellos mismos intentaban buscar alguna característica que les definiese y que nadie hubiese dicho al mismo tiempo que creaban ese sentimiento de unidad y pertenencia al grupo.
Estas actividades se enmarcan dentro del programa de Inteligencia Emocional que el Colegio Zola de las Rozas, en Madrid, lleva realizando durante más de una década.