¡SI,SI,SI CAMPEONAS DE MADRID!
¡Lo logramos, lo conseguimos! Nuestro sueño se hizo realidad y de que manera. Como no podía ser de otra forma, una buena final no lo es sino hay emoción, remontada y ¡victoria!
Nuestras chicas, las guerreras, porque es el único nombre que por mucho que busque y rebusque es el que más les pega, por su lucha, sacrificio, esfuerzo, compañerismo (si alguna necesita ayuda, aparece una guerrera), entrega y un largo etc.
Porque ellas no paran el acelerador, van siempre al mismo ritmo, y es alto, muy alto. Ese ritmo no lo puede seguir cualquiera. Pueden empezar perdiendo, como así fue, nos fuimos al descanso con un marcador adverso de 3 a 1. Lo teníamos todo en contra, ellas eran más mayores y estábamos en su terreno de juego. Pero quien las conoce bien, sabíamos que esto no iba a quedar así. Ese ritmo del que hablábamos continuaba y continuaba, y no es fácil de seguir, nada fácil.
Y comenzó la remontada con una presión alta a sus defensas que no paraban de perder la bola y cuando recuperábamos, como se tiene que hacer, como viene escrito en los libros, ataque por la derecha, pase y gol, gol, gol, gol. Así hasta ponernos por delante en el marcador 4 a 3.
Pero todavía quedaban muchas cosas por pasar. Penalty a favor de las nuestras, no habíamos metido ni uno en todo el campeonato, pues en esta ocasión, ¡lo conseguimos! 5 a 3. Mucho lo habíamos entrenado y nunca entró, y ahora que era el mejor momento, la pelota, bien manejada por nuestras chicas, quiso entrar.
Y llegaban los últimos minutos con otro gol marca de la casa 6 a 3, la final no se nos podía escapar, quedaban 2 minutos y lo teníamos todo a nuestro favor. El Club de Campo fue a por todas, dejó a su portera en el banquillo y apostó por jugar con una jugadora más de campo. Eran una más, pero las guerreras no se dejaron intimidar y defendieron, defendieron y defendieron. Entraron dos goles, pero no fue suficiente para que en esta final hubiera otra remontada. ¡La remontada fue nuestra y de nadie más!
Campeonas, campeonas, felices, muy contentas y la grada rugía de alegría. El primer título del hockey femenino. ¡Esperemos que no sea el último!
Gracias chicas por habernos hecho disfrutar tanto.
Y ahora un descanso merecido y ¡a pasar unas buenas fiestas!