Fernando Valladares, doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid e investigador en el CSIC, nos habla en esta entrevista con los Colegios Zola sobre el cambio climático y sobre la necesidad de que nuestros hijos sean “generosos” para que se conviertan en garantes del ecosistema y del planeta del futuro. Acaba de abrir un canal en Youtube donde explica las conexiones entre la salud de los ecosistemas y de las personas.
¿Cuál es el balance que hace de la COP25?
En la COP25 había mucha expectación, pero esta cumbre de Madrid era una cumbre de transición, de preparación para el 2020, que es cuando termina el protocolo de Kioto. La cumbre del año que viene de Glasgow será mucho más resolutiva. Esto no hay que perderlo de vista porque luego vienen las desilusiones; todos estamos bastante decepcionados con los acuerdos. El escollo principal sigue siendo los compromisos nacionales de emisiones. Nos falta un compromiso grande en este sentido de los principales países como China, Estados Unidos, Brasil, Rusia o India, que son los principales emisores y que se muestran muy cautos y muy conservadores. Hay dos cosas positivas: que se hayan incluido los océanos, que era un tema muy polémico por su consideración política, y que se haya logrado quela igualdad de género se incluya en la política climática de los países.
En la actualidad es profesor de investigación del CSIC, donde dirige el grupo de Ecología y Cambio Global en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ¿cree que el sistema educativo actual pone en el lugar que se merece temas como el respeto al medio ambiente, cambio climático… o el currículum está desfasado?
Creo que los chicos reciben bastante información sobre el cambio climático, que se ha mejorado mucho, pero va acelerándose la situación de emergencia y el currículum tiene que actualizarse. Hablas con chicos de Secundaria y Primaria y ya tienen bastantes más nociones que sus padres o abuelos de lo que supone el cambio climático. Pero es necesario que el currículum se ponga en un modo de actualización frecuente.
¿Cómo predice que estará nuestro planeta dentro de 50/100 años? ¿Cuáles podrían ser los escenarios?
Nuestro planeta va a ser muy diferente. El que estemos en una situación más dura o menos dura en cuanto a extremos climáticos en sus impactos va a depender del calendario de emisiones que nos pongamos. Tenemos una agenda para llegar al 2050 con una descarbonización que significa que lo que emitimos se compense con lo que se absorbe por los sistemas naturales. Para lograr llegar a 2050 con un escenario bastante bueno tenemos que trabajar e ir avanzando mes a mes.
¿Se considera optimista o cauto respecto a lo que pueda pasar con nuestro planeta?
Soy una mezcla de las dos cosas. Lo que no soy es un gran pesimista. Realmente se requiere un cambio profundo en la sociedad y hay que repensar el sistema socioeconómico que tenemos en el que tratamos la naturaleza como si los recursos fueran infinitos y no lo son. No podemos seguir así. Hay que ir al núcleo de los problemas que es nuestro sistema socioeconómico. Esto no es sostenible.
Muchos dicen esta frase: «No pensemos en qué planeta vamos a dejar a nuestros hijos, sino qué hijos vamos a dejar a este planeta». ¿Qué es imprescindible que hagamos para que nuestros hijos se conviertan en garantes del ecosistema y del planeta del futuro?
Ser generosos. Que no piensen en ellos mismos y que piensen que si nos va bien a todos (hombres, mujeres, personas en el planeta que tienen más suerte y otras menos…), tenemos más posibilidades de conseguir un mejor planeta. Una generosidad bien entendida, que no comience por uno mismo, sino que haya esa transición socioeconómica y ecológica justa, que no se quede nadie atrás.
¿Qué le dirías a alguien que no cree en el cambio climático o que piense que no podemos hacer nada por detenerlo?
Que es una visión muy derrotista, que hasta el último momento hay esperanza. La información científica y tecnológica establece pautas para cada uno de los límites que nos hemos puesto y qué es lo que hay que hacer para los diferentes escenarios. Yo tiendo a ser optimista, creo que la humanidad responderá a este reto, no lo hará perfecto, pero lo hará.