Emociómetro:
Los alumnos y el tutor han consensuado un sistema que les ayuda a expresar sus emociones con emojis, imágenes de películas, termómetros emocionales, en inglés, en castellano…..cada clase y etapa personalizan el suyo, y son todos igualmente válidos. En infantil por ejemplo, son más básicos y adaptados a su lenguaje y en secundaria se abre la variedad de emociones.
Diariamente, en la asamblea emocional se realiza esta rutina, que bien puede ser individual, donde cada alumn@ expresa libremente cómo se siente, utilizando el emociómetro, y comparte si lo desea por qué se siente así y qué necesita al resto de la clase, o bien grupal, donde de forma colectiva expresan visualmente cómo se sienten y reflexionan sobre qué necesitan para sentirse mejor.
¿Para qué te sirve que el profe te pregunte cómo te sientes y expresarlo delante de tus compis en clase?
Alejandro: Si no fuera por ellas, por las profes que me han preguntado, podría estar solo todo el rato. Hace poco tuve un problema y si no me hubieran ayudado me habría quedado solo en los patios. O el niño que se reía de mí y me vacilaba seguiría riéndose de mí. Me ayuda a respetar más a la profesora porque me ha ayudado y ha hecho lo posible porque yo me sienta bien y entonces yo me esfuerzo por portarme bien en clase para que ella se sienta bien.
Kati: A mí me gusta que me pregunte qué me pasa si estoy mal porque me ayuda a sacarlo y solucionarlo.
Adrián: A mí, cuando estoy triste o enfadado me ayuda a solucionar el problema que has tenido y eso me ayuda.
Diego Ibáñez: Sirve para expresar tus sentimientos y si estás triste te puedes sentir un poco mejor.
Alejandro: Te sientes bien cuando alguien te pregunta cómo te sientes. Me gusta que me pregunten cómo te sientes hoy. Porque te hace bien. Es importante que los demás sepan cómo te sientes para que puedan preguntarte por qué te sientes así. Si los profes no preguntaran, nadie nos preguntaría. Si alguien está triste.
Nosotros aprendemos de lo que hacen los profesores, si ellos no preguntan, nosotros tampoco lo vamos a hacer. Si ellos preguntan por qué estoy triste, entonces el resto de compañeros también muestran interés por cómo me siento y eso me hace mucho bien. Yo soy el hermano mayor y mi hermano pequeño, todo lo que yo haga, me va a seguir. Los alumnos seguimos a los profesores.
María Elena. El emociómetro me sirve porque cuando estoy triste o enfadada, me ayuda a desahogarme y me ayuda a solucionar los problemas con los compañeros y gracias a los profes.
Sofía: Me sirve para expresar mis sentimientos, si estoy triste, enfadada, me ayuda a expresar mis problemas y escuchar el punto de vista de los demás para solucionarlo y, cuando estoy feliz, me ayuda a expresarlo y compartirlo con los demás y sentirme todavía mejor.
Profe Mercedes: Es útil para que ellos sean conscientes de sus emociones y aprendan a gestionarlas. En segundo lugar, les ayuda a abrirse e integrarse en el grupo, que entre compañeros se vean de otra manera y se conozcan más a fondo, sean capaces de empatizar en momentos malos y en momentos buenos. Fortalece la cohesión.
Nos sirve a los profes para saber cómo se encuentran, cómo se sienten nuestros alumnos. Esto nos ayuda a conocerles, saber cómo tratarles. Nos ayuda a acompañarles en su proceso de maduración y desempeñar mejor nuestra labor docente.
¿Qué os aporta como grupo?
Olivia: Hay personas que piensan que no sirve para nada y no prestan atención a los problemas de los compañeros. Sin embargo, los que sí escuchan, tratan de ayudar a las personas que han tenido un conflicto o se sienten tristes o mal.
Luis Marín: Yo creo que cuando contamos cómo nos sentimos, hay muchas más personas que te pueden ayudar si lo cuentas (amigos y alumnos ayudantes). De esta manera no tiene que estar siempre el tutor sino que también te apoyan otros compañeros.
Estelina: Es muy importante que tus compañeros se preocupen por ti y cómo te sientes porque para tener un buen clima en clase es necesario que no sólo el tutor se implique sino también tus compañeros, porque formamos una familia y necesitamos sentirnos acogidos por nuestros compañeros, sabiendo que vamos a crecer y así el día de mañana guardaremos un buen recuerdo de los compañeros que nos ayudaron a superar problemas que tuvimos o situaciones incómodas.
Pedro 3º ESO: A la mayoría de la gente le da vergüenza decir lo que les pasa porque piensa que al contar sus problemas van a ser peor valorados por los compañeros.
Mauro 2ºC: Hay veces que no sabemos cómo se sienten los compañeros y podemos llegar a ofender, sin darnos cuenta. Al saber más sobre cómo se sienten los compañeros, los problemas de los compañeros, mejoran la comunicación entre nosotros y estamos más relajados y nos podemos concentrar más y atender y aprender mejor. Cuando nos sentimos mal porque tenemos algo sin solucionar, nos distraemos, queremos solucionarlo y no prestamos la misma atención.
Alejandro: Como grupo nos ayuda a darnos cuenta de cosas que hacemos que para unos es un juego y para otros es un sufrimiento continuo. Al darnos cuenta nos ayuda a no volver a repetir esa situación. Al final en este grupo, todos nos acabamos llevando mejor. Yo tengo un amigo con el que la gente se metía y le dejaban marginado y sólo. Ahora, ya no está sólo, nadie se mete con él, le respetan y quieren jugar con él.
Katie: Para estar en paz con la clase, que no haya tantos problemas y para aprender a solucionarlos.
Adrián: Para que no haya tantos problemas en el patio y en clase.
Diego: Así todos nos conocemos mejor y sabemos cuándo hacer una broma y cuando no. Por ejemplo si alguien está triste, en vez de hacerle una broma, le acompañamos, le consolamos y si está feliz podemos gastarle bromas y reírnos juntos.
Alejandro: Como el profesor nos pregunta, los compañeros también se interesan por qué te sientes así e intentan ayudarte. Por ejemplo, si saben que estás enfadado con alguien, te intentan ayudar a solucionarlo. Si no lo hicieran, nadie diría “yo estoy mal”. Como arreglamos los problemas cuando salen, los solucionamos, todos nos sentimos mejor.
Sofía: Nos sirve para saber cómo se sienten los compañeros y así poder ayudarles con más facilidad, tanto nosotros como las profesoras.
María Elena: Si hay personas enfadadas, nos ayuda a hablar entre nosotros y a solucionarlo o acompañar al que está sólo. Como lo contamos delante de toda la clase, toda la clase puede ayudarle (no sólo 1 persona), y eso es lo mejor. Nos ayuda a mejorar la comunicación en nuestro grupo y sentirnos mejor y más unidos.
Mercedes: Al grupo les aporta sobre todo cohesión y madurez. Es cierto que hay niños que no quieren participar al inicio, pero con el tiempo, ganan confianza y te sorprenden participando y dando su punto de vista.
¿Qué le dirías a un profe de otro cole que todavía no lo hace para animarle a hacerlo?
Olivia 1º eso A: Nos ha ocurrido que alguien estaba triste llorando y el profesor trataba de dar su materia, pero en estas ocasiones debe preocuparse por cómo se siente el alumno porque seguro que cuando era pequeño, también le hubieran gustado que le hubieran ayudado.
Yo le diría que debe preocuparse por sus alumnos porque en ese momento puede ser que le esté ocurriendo algo difícil de superar y el apoyo del tutor es importante para un alumno.
Victoria 1ºC: Les diría que saquen 5 min de su clase para ver cómo se sienten sus alumnos es importante saber cómo se siente el alumno. Si yo fuera profesora, si un día tuviera un examen, y preguntas antes del examen y un niño pone que 0 porque se ha muerto su perro, el examen le va a salir mal y creo que es bueno que la profesora tenga en cuenta su situación porque si no, no sería justo. Si el profesor conoce la situación personal del alumno podrá ser más justo y ayudarle más.
Mauro 2ºC: Yo le diría que hablar con sus alumnos, interesarse por su vida, por cómo les va y cómo se sienten, aunque sea una mínima conversación personalizada, puede hacer que alguien se sienta más apreciado, no es un alumno más y hace que te intereses más por lo que dice el profesor. Ayuda a que no haya problemas de distraccion y de que hablen unos y otros.
Alejandro: Le diría que a lo mejor sus alumnos no están atentos en clase porque quizás están preocupados por lo que les va a pasar en el patio (me van a quitar el bocata, tengo que comerlo rápido)… si ayuda a que sus alumnos se sienten mejor, entonces atenderán más en clase.
Katie: Ayuda a tener menos problemas y así ayudas a solucionar problemas. A veces los niños tienen malas amistades y tienen problemas y les ayudas a resolverlos y así hay menos enemistades en la clase.
Adrián: Yo le diría que va a estar informado de las personas que tienen problemas con otros niños y así podrán solucionarlos y que no haya tantos problemas.
María Elena y Sofía: Yo le diría que el emociómetro sirve para ayudar a un compañero cuando tiene problemas, para que pueda expresarlo en la clase y los demás le puedan ayudar. Como profesor vas a poder ayudar más a tus alumnos y vas a conseguir que tu grupo tenga mejor comunicación.
Mercedes: Yo siempre se lo he preguntado a mis alumnos. No puedo concebir que un profesor no les pregunte a sus alumnos cómo se sienten. Te aporta una mayor unión con los alumnos, se abren más a ti y eso te permite ayudarles. No se trata sólo de dar una formación académica, sino de formar personas. Somos un modelo para nuestros alumnos.
Diego: Le diría que es muy bueno para ayudar a los alumnos a sentirse mejor y que debería ponerlo en práctica.
Alejandro: Yo le recomendaría al profe que lo hiciera porque tus alumnos se van a sentir mejor con ellos mismos, como con los demás. Creo que es necesario. Igual que preguntas “hola que tal” también hay que preguntar cómo te sientes. Es casi un derecho. Sirve para que los alumnos se lleven mejor. Si, tu alumno está mal, no va a dar una buena clase pero si le preguntas se va a sentir mejor y va a atender mejor.