Crónica de unas campeonas en hockey hierba:
Y lo volvieron a hacer, ¡¡¡lo consiguieron!!!
Vuelven a estar en lo más alto, pero esta vez en la modalidad de hockey hierba.
Todo lo que pueda decir en palabras se queda corto, había que estar allí y vivirlo, y seguro que cualquiera que lo presenció no es capaz de describirlo.
Nuevamente nos encontrábamos contra un rival a priori superior sobre todo porque nuestras chicas son de primer año de la categoría y nuestras rivales de segundo. Esto se nota en el campo, por la fuerza, la velocidad, la resistencia y porque los espacios a recorrer son grandes. Habíamos realizado un buen campeonato, para ser la primera vez que jugábamos en estas dimensiones, durante toda la competición únicamente cosechamos dos empates y el resto victorias. Por tanto, veníamos de no conocer la derrota y nuestro rival el Hoquet tampoco.
Comienza el partido y efectivamente nos empiezan a pasar por encima, llegan fácilmente al área y nos desbordan por velocidad por las bandas. En poco tiempo nos ponemos 0 a 2 en el marcador y sin buenas sensaciones. En unas de las pocas llegadas al área y en una buena jugada trenzada por el medio del campo que conecta con la delantera y ¡¡¡gol!!!, conseguimos acercarnos al marcador, pero enseguida ellas vuelven a marcar y nos vamos al descanso 1 a 3.
Hay que decir que ninguna de nuestras jugadoras bajó los brazos en ningún momento a pesar del resultado adverso. Esto puede interpretarse como algo sin importancia, es una final y es lo que hay que hacer, pero en estas edades mantener el ritmo de juego, la concentración y las ganas de ganar, es muy difícil. Nuestras niñas tienen esto y más, y lo demostraron nada más comenzar el partido. Charla en el descanso, coger aire, cambio de táctica y ¡¡¡a por ellas!!! y así fue, la constancia, no dar ni una bola por perdida y encerrarlas en su campo, empezó a dar resultado.
Ganábamos los uno contra uno, las bolas divididas, empezábamos a llegar claramente a su portería y fruto de esto ¡¡¡comenzó la remontada!!!. 2 a 3 en un rechace de penalti córner, 3 a 3 en una internada por la derecha y se acababa el tiempo. El partido terminaba, pero era tal el griterío de la grada, desde la banda, animando a todas las jugadoras, que era bonito para el espectador y si no fuera por el sufrimiento y la incertidumbre, me hubiese encantado que durara mucho más.
Pero quedaba un minuto y era increíble ver a cada una de las nuestras como seguían corriendo con la misma fuerza y energías que al principio. Se les notaba cansadas,¡¡¡ muy cansadas!!! pero allí estaban todas corriendo sin cuartel.
En un último esfuerzo, en el último suspiro, conseguimos llegar al área y una de nuestras delanteras golpear con tal fuerza que nada pudo hacer la portera para detener la bola, 4 a 3.
Ahora sí, quedaban segundos que parecían horas, el partido no acababa nunca, ellas apretaban y por fin termino el sufrimiento, para ellas y los presentes. Todo lo trabajado durante 50 minutos se convirtió en alegría, saltos, abrazos,¡¡¡gritos!!! de haber conseguido algo que siempre recordarán.