La inteligencia emocional no es un conocimiento que pueda aprenderse leyendo un libro, sino que es una “experiencia” y como tal sólo se vive y se integra en uno mismo si se pone en práctica.
Para “entrenar” estas habilidades, en las aulas de los Colegios Zola prestamos atención día a día a las emociones de nuestros alumnos y les ayudamos a expresarlas, ponerles nombre, entender qué necesitan y ayudarles a buscar opciones para sentirse mejor, desarrollando así su autoestima y autonomía emocional. Además, el profesor fomenta a diario la comunicación asertiva y empática entre compañeros, tanto dentro como fuera del aula.
Como auténticos atletas nuestros alumnos realizan “gimnasia emocional”, ¿cómo? a través de la celebración de asambleas, prácticas de relajación e impulsando siempre la puesta en práctica de un pensamiento positivo.
Además hemos desarrollado diferentes protocolos de actuación y posters de comunicación para facilitar la resolución de los conflictos entre alumnos desde una comunicación asertiva y empática y tenemos un programa anual de actividades de educación emocional adaptadas a cada etapa (infantil, primaria y secundaria) con el objetivo de impulsar el desarrollo de habilidades sociales, de auto-regulación, auto-motivación y autoestima.
Somos conscientes de que la educación emocional no se consigue en un día, es un trabajo diario en el que toda la comunidad educativa juega un rol importante y, en este sentido, seguimos trabajando para mejorar día a día.
Carmen García de Leániz
Directora de proyectos de educación emocional de los Colegios Zola